jueves, junio 26, 2008

Y el mundo se paró

Hacía ya bastante tiempo que no pasaba por aqui para dejar alguno de mis depositos literarios. Todo tiene una explicación, acabo de tener un hijo.

Podría aprovechar este post para hacer un relato contando como ha sido la experiencia, hay material de sobra para ello, pero no creo que fuese nada original.

Por eso me paré a pensar que estaba sintiendo a lo largo de estas semanas y llegue a la conclusión que la forma más sencilla de explicarlo la tenia en una de las canciones que escuchaba de pequeño:


Y fue una noche de Septiembre
que el mundo se paró
Y solo nos bajamos ella y yo

Esperese un momento, jefe
le dije al conductor
Pero él nos hizo un guiño y se marchó


Desde hace unas semanas nada va a la misma velocidad que antes, los días no duran 24 horas sino ciclos de 3 horas, los grandes éxitos son cacas hechas a su tiempo y alguna cara graciosa, los fracasos se resumen en cólicos, pequeños llantos y desvelos, todo se ha simplificado, se ha vuelto más básico, más puro.

La próxima semana volveré al trabajo, ya veremos entonces como se compaginan los sin sabores de las obligaciones diarias con la ilusión de tener a alguien más esperando en casa que te necesita día si y día también.

PD: Un último dato, para escribir esta entrada del blog tuve que sacar ratos de tres días distintos, eso de sentarse tranquilamente a escribir una tarde ya no existe, jeje.