Aquel hombre de 64 años se planto delante del médico intentando convencerse de que lo suyo no era para tanto, de que aún tendría una última oportunidad para sentir el fuerte viento que canta a la mar.
Sin embargo, ese muchacho imberbe que tenia delante, poseía unos estudios, un conocimiento que invitaban a pensar en una cruenta cuenta a tras y lo que era aún peor, tenia en su mano los resultados de los análisis.
Una vida única y todo un complejo universo de filosofias cruzadas con vivencias podrían caer en el anonimato si ese chico le anunciaba la terrible noticia...
Perdon si alguien lee esta tonteria, solo ha servido para entretenerme 5 minutos antes de irme para la cama.